lunes, 25 de enero de 2010

La insoportable levedad de ser... antipopular


Supuse que los rigores del estío, como diría Ptolomeo (quiero escribir en fino para parecerme a Pablito el objetivo), eran los responsables de mi falta de aire.

Creí podía ser el oxígeno. Pero hoy supe que no: al abrir las páginas del pasquinete de Irigoyen supe que mi angustia existencial tenía nombre y apellido: Eduardo Salleras.

Reencontrarme con las palabras esclarecedoras y profundas de este analista y filósofo contemporáneo fue como recibir esas lluvias que llegan para poner fin a una jornada agobiante.

¡Qué claridad de pensamiento! ¡Qué esclarecedor análisis de la realidad!

Ya desde el título de su casi poema, Volviendo 200 años para atrás (el próximo seguramente hablará de volver 200 años para adelante), nos impacta como un puñetazo.

¡Qué sintaxis!

¡Qué fundamentación argumental!

¡Quééé gorilaaaaa!

Es inútil con estos tipos. Les podés explicar 700 veces, por ejemplo, la necesidad del Fondo del Bicentenario en contraposición con los mecanismos habituales de financiación internacional, pero no, son simios viscerales alimentados a pura Nación y Clarín, y se las dan de intelectuales e historiadores como en este caso, Volviendo 200 años para atrás (¿Minguito es el corrector del pasquinete de Irigoyen?).

Lo insólito del caso es que este comando civil de nuestros días se autocita ("escribí un artículo hace dos meses"), como si fuera un periodista o un escritor de verdad.

Por supuesto que la culpa no la tiene el chancho sino quien lo deja publicar, como con el inefable Pablito el objetivo (que por razones de edad y pensamiento debe haber sido un comando civil en serio, sin joda) quien también con inaudita soberbia para un mero lector, habla de “creo yo y creo que también el Ejecutivo lo cree” y “Cobos, con quien es sabido (¿por quien?) no coincido personalmente”. Increíble.

A propósito, Pablito el objetivo ahora se hace como que es opositor de la delirante chaqueña, pero hasta hace cinco minutos, era presentado por militantes de la Coalición Cívica local, como el “intelectual” del grupo… quiere decir ¡que pertenece a la Coalición Cívica local!

Como la obesa es insostenible (literal y políticamente), ahora apuestan por la gran esperanza de los eternos factores de poder en nuestro país. La de siempre.

En cuanto a Salleras, él preferiría a alguien con uniforme pero bué, con el doble traidor por ahora le alcanzaría.

Nótese como a estos dos personajes, el pasquinete suma a seleccionados articulistas afanados de los medios reaccionarios de siempre, para alentar a la figura del “Quico” mendocino (es físicamente e intelectualmente parecido al vecino del Chavo, aunque el mexicano es adorable y este es un patético y peligroso traidor).

Sumen a la base política del Cleto Quico Bobos, la Red Nacional de Productores Autoconvocados (deben ser quince en todo el país), y por supuesto, al medio falsamente independiente que les da espacio a todos de manera permanente.

La hipocresía y falsedad de estos especímenes es proporcional a su ambición. Porque salvo honrosas excepciones, los más ruidosos de este tren fantasma patrocinado por el Clarinete mentiroso y sus satélites, son los mismos a quienes no les tembló el pulso a la hora de entregar el país durante los gobiernos de De la Rúa, Duhalde, Rodríguez Saá y otros carnavalescos personajes que la Argentina padeció.

Además, juguemos con la imaginación y pensemos en nuestro país, gobernado por:

1) Mauricio Macri: cuyo desastroso gobierno de la ciudad de Bs. As. es un excelente anticipo de su eventual “gestión”.

2) De Narváez: haragán absoluto, récord en ausencias en su gestión anterior como diputado. Tuvo suerte: los medios lograron instalar que este colombiano debutaba en la política, cuando en verdad venía de hacer la plancha durante un período de opacidad total.

3) Gerardo Morales: ex secretario de Desarrollo Social durante el desgobierno de De la Rúa. Leyó bien, había un responsable de Desarrollo Social en la “gestión” de quien redujo haberes jubilatorios y sueldos, entre otras lindezas, que es el mismo bocón jujeño que hoy “defiende los ahorros de todos los argentinos”.

4) Elisa Carrió: ¿puede uno siquiera imaginar a lo que llegaría esta desequilibrada mujer si contara con poder?

¿Está claro o no, de qué y de quiénes estamos hablando?

De todos modos hay algo positivo en que estos tipos (los Miquet, los Salleras y los agrogarcas) se junten detrás de un nefasto como Cleto Quico Bobos: despejan las dudas acerca de en qué vereda debemos estar quienes apostamos a un proyecto distinto y diferenciador.

Un proyecto con defectos, claro, y con aspectos para perfeccionar, claro, pero también con aciertos fundamentales que deben recordarse a la hora de votar.

Los aciertos que son, a no confundirse, los elementos a los que VERDADERAMENTE se oponen estos viejos malos conocidos que vienen jodiendo a los sectores populares desde hace 200 años atrás.

Pupi


N. de la R:

Muchas gracias a nuestros colaboradores por aportarnos sus reflexiones. Esta mañana de lunes también a nosotros nos sorprendió la cargada batería antigubernamental que mandó el diario de Irigoyen a sus víctimas. Perdón: a sus lectores.

¿Por qué nos sorprendió?, se preguntará usted. Porque después de escuchar durante la noche de ayer al Diputado Kirchner en el programa 6 7 8 que se trasmitió por Canal 7, cuando él contó cómo los principales accionistas de los más famosos diarios de la oposición habían querido presionarlo para que haga lobby por ellos, caso contrario harían lo que ahora estamos viendo que hacen, esperábamos que a partir de ese momento cultivarían la prudencia. Pero no. La gente del diario de Irigoyen es incorregible. Ya no le ha quedado virtud, ni dignidad ni honradez. Hace rato que ha entregado esa parte en donde la espalda pierde su buen nombre, sometido de rodillas al plan de Clarín y de La Nación.

Si hay algo que nos causa verdadera náusea es eso. Da asco tener que ser testigos de estas relaciones carnales que mantienen al aire libre. Y encima, la obsecuencia. Se puede ser mendaz, se puede ser opositor, se puede ser pendenciero, pero obsecuente, rendido, condescendiente, servil, entregado a un poder inescrupuloso como el que ejercen Clarín y La Nación, eso, nos resulta particularmente asqueroso.

miércoles, 20 de enero de 2010

En caída libre Parte II



Bueno, parece que nuestro correo empezó a agilizarse y ahora El Infame se puede nutrir de vuestras opiniones: tímidas al principio, más sueltas ahora, la cosa es que ayudan a entender mejor la realidad que nos circunda. Lo que nos gustaría es impulsarlos a que no se limiten a criticar al diario de Irigoyen, tarea harto fatigosa por todos los frentes que ofrece. Nuestra idea primaria fue descalzarnos ante las noticias o títulos manipulados para crear efectos, ponerlas de pie, desnudarlas por completo para sacarles la mugre y de esa manera mostrarlas al lector tal cual son. ¿Se entendió?, si no se entendió, pregunten.
Gracias flaco por esta nota. Y perdoná el ex abrupto pero nos parece que estás en lo cierto, no tenés que ser derrochón. Para adoctrinarte, tenés mucho más material en La Nación.

"El pasquinete de Irigoyen dedicó una página completa al autobombo al cumplir (aseguran ellos, andá a saber) 5000 números.

Debe suponerse que la redacción de tal elogio se debió a la pluma de alguno de los integrantes de la redacción, ya que 1° disponen de tiempo de sobra, y 2° no tienen más remedio que escribirlo ellos, ya que no creo que en su venerada La Nación hayan recordado el natalicio de este hijo putativo que macanea sin pausa en la Pampa Húmeda.

A los suscriptores del pasquinete de Irigoyen nos debe andar sobrando la guita, de otro modo no se entiende como, además de manducarnos a diario una de las más parciales, retorcidas y burdamente mercantiles versiones de la información nacional y regional, encima paguemos para leer los artículos del 'diarucho' de los Mitre, que con poco disimulo “extracta” (en el rioba le dicen afano) el bueno de Jesús.

Si además se le agregan los imperdibles análisis de actualidad del vete/lecto/periodista Pablito el objetivo, resulta que el medio de los 5000 números es un vulgar refrito carente del mínimo rigor periodístico, que nada tiene que ver con un medio medianamente serio.

Para eso compro La Nación, che. Es más chic y las hojas son más grandes para envolver…

Besos"

Una carta abierta para aplaudir


Nos han enviado a nuestra casilla de e-mail esta joyita, y no quisimos desaprovechar la oportunidad de publicarla. Muchas gracias a nuestro visitante porteño que nos la mandó. De paso, un deseo: ojalá la lean los dueños del diario de Irigoyen y se sientan como si les hablasen a ellos. Otro: que la lea Franco. Otro, y va con reflexión incluida: que la lea Miquet y que piense si estos periodistas que nombra la carta, por casualidad no son esos que tanto le enorgullece a él parecerse. Mmmm, a nosotros en cambio no da vergüenza ajena, porque lo que hace esta gente, es algo así como ser traidor a la patria, ¿o no?


"A todos los periodistas del Grupo Clarín

Presente

Estimados colegas:

Los que abajo firmamos somos periodistas y comunicadores de todo el país, algunos conocidos por el gran público, otros simplemente por los colegas y algunos completamente desconocidos, pero todos orgullosos de esta profesión que elegimos llenos de optimismo.

El motivo de esta carta es apelar a la reflexión y a la conciencia de todos ustedes que, a sabiendas o no, colaboran con sus artículos, sus escritos, sus columnas y sus comentarios con la furiosa e irracional campaña de debilitamiento, desprestigio y derrocamiento de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, lanzada por el directorio del grupo y su CEO, el señor Héctor Magnetto.

Sabemos, porque ha tomado estado público, que todos ustedes son sometidos diariamente a un proceso de adoctrinamiento y presiones, para que la actividad intelectual por la cual han sido contratados, sirva de manera exclusiva - cualquiera sea la sección o especialidad periodística en la que desarrollen su labor- a la finalidad arriba descripta. Para ello, denigran por todos los medios la acción de gobierno; calumnian, insultan y descalifican a la señora presidente, al ex presidente Néstor Kirchner y a los funcionarios y políticos del oficialismo e, incluso, a cualquier simpatizante del mismo; ocultan de manera sistemática los aciertos, las obras de gobierno y las intervenciones presidenciales; generan un clima de zozobra, angustia y miedo en la sociedad; esconden los signos de recuperación económica, para generar desesperanza y crispación; agigantan y repiten hasta el cansancio las malas noticias, las desgracias, los crímenes y delitos, para dejar la sensación y el efecto de sentido de que todo ello es culpa del gobierno y la presidente. Estas son, entre otras del mismo tenor, las tareas a las que están, suponemos, obligados a realizar. Como todos ustedes saben, todo lo aquí enumerado atenta tanto contra los principios éticos que rigen nuestra profesión, como contra los más elementales conceptos de lo que es el periodismo y la comunicación.

Creemos que, de una manera u otra, deben reaccionar frente a esto. ¿Pretenden ustedes pasar a la historia como los oficiales y soldados que, cumpliendo órdenes, lograron el desprestigio y la destitución de una presidente constitucional argentina, votada por el 45 % de la ciudadanía? ¿Están dispuestos a aceptar que sus hijos, el día de mañana, lean en los libros de historia que ustedes, sus padres, fueron la fuerza de choque, el grupo de tareas que pretendió llevarse puesta a una presidenta? ¿Con qué cara los mirarán cuando ellos pregunten, después de la escuela, qué hicieron cuando un grupo de millonarios monopólicos intentó con mentiras y manipulaciones destituir a un gobierno democrático y popular?

No tendrán posibilidad de recurrir a la Obediencia Debida y explicar a sus hijos que sólo seguían órdenes, porque este mismo gobierno contra el que sus patrones los lanzan, derogó esa falacia y mandó a prisión a quienes la argumentaron.

Sabemos que entre ustedes hay algunos –pocos- que han elegido un camino sin retorno, que les han hecho creer que eran ligeros para que corran, y hoy son verdaderos y concientes oficiales del Estado Mayor golpista, antidemocrático y monopólico. Pero no todos son Nelson Castro, Marcelo Bonelli, Ricardo Kirchbaum o Morales Solá, cuyos siderales honorarios los convierten en sicarios, cómplices y gustosos de la infamia.

Entre ustedes hay muchos, la mayoría, que están avergonzados del papel que el odio y el revanchismo políticos les están haciendo jugar, a cambio de un sueldo, imprescindible –es cierto-, pero que no alcanza para comprar la dignidad y la honra, colegas periodistas.

Los abajo firmantes los instamos a rebelarse contra esta perversa maniobra. Protesten, resistan y, si es necesario, renuncien y denuncien a sus patrones destituyentes. Una profesión que tiene a Mariano Moreno como paradigma no puede ser mancillada por un plato de sopa.

Comisión Directiva de Faro de la Comunicación

Hugo Barcia, Presidente Gustavo Granero, Vicepresidente

Vocales: Julio Fernández Baraibar, Enrique Masllorens, Mariana Baranchuk, Mario Paulela, Santiago Plaza, Javier González

Estimado colega, si quiere firmar esta carta envíe su adhesión a farodelacomunicacion@gmail.com"







jueves, 14 de enero de 2010

Dios los cría y el viento hace el resto



Divulgan que salieron 5000 veces a la calle. Habrá que creerles. Muchas salidas, sí, pero poco honor últimamente. Como autofestejo, el lector empedernido hoy se hizo el autobombo. Creíamos que se había ido de vacaciones. O que tenía dignidad y había dejado el espacio para los periodistas en serio, pero parece que a este muchachón no le entran los balines. Alguien acaba de crear en una red social el enlace “Dios los cría y el viento hace el resto”, y está su nombre entre los más odiosos nombres de los últimos tiempos de la historia nacional, pero a él eso lo pone presumido, eso ha confesado. Siente orgullo, dice. Se ve que es cierto eso de que “No hay peor sordo que el que no quiere oír”, como dijo Beethoven. Y tenía razón Beethoven, aunque Van Gogh le puso la oreja cada vez que lo necesitó, tampoco hay que ser tan desagradecido.

Increíble esto de que al hombre lo ponga vanidoso que lo comparen con los infames más detestados en el orden nacional. El “Dime quién eres y te diré con quién andas”, que apuntó Homero Simpson, a él no le pica. Sea como sea, tal cual lo señalaron Sandro y Bonavena, nosotros pensamos que es mejor que “Los difuntos estén todos juntos”. ¿O no?
“Quien con lobos anda, al año aúlla”, escribió tantas veces Pío XII, que uno termina creyéndole, pero él, como si nada. “Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena”, dijera Gandhi el día que se agarró un enfriamiento de tanto andar en cueros.
No tuvo menos razón el Tío Patilludo cuando expresó, hablando de todo un poco: “Dime con quién andas, diréte lo que hablas, o de tus mañas”, porque sin dudas, si la escucha a esa mala gente que tanto admira, le termina pasando lo que pronosticó Batman mientras volaba por arriba de la casa de Mirta Legrand: “El que escucha lo que no debe, oye lo que no quiere.”

A veces pensamos que esa decisión de monotematizar sus cartas de lector porfiado (haciendo caso omiso de lo que dijo Winnie Pooh hablando de la gente cargosa: “La visita y la pesca a los tres días apesta”) debe tener mucho que ver con su propia historia. No debe ser fácil ser lector de Clarín, La Nación, oyente de Magdalena, televidente de TN y de Mirta Legrand, fan de la Mesa de Enlace, lametiradores y encima andar por la vida como si nada. Hay que ver en dónde puede poner el odio este hombre, aunque, como dijera Rayo Mcqueen hablando de esos que siempre huelen feo: “El que lo huele, debajo lo tiene”. Que al fin y al cabo vendría a ser algo parecido a lo que decía mi tío Bruno Gelber: “El que lo delató es el que se lo tiró”

Leíamos hoy que el hombre recibe e-mails con agravios. Qué mal que está eso. Pero qué mal. Y nos preguntábamos esta mañana de jueves, si no le habrá pasado lo que auguró tantas veces Pitágoras: No busques el mal de tu vecino porque el tuyo viene en camino”, y no gratuitamente, porque ya decía Quinto Cecilio Metelo Pío, Pontifex Maximus romano: “Por el pico, muere el grande y también muere el chico”.
Nosotros también recibimos unos anónimos asquerosos que por supuesto no subimos y por orgullo mucho menos decimos, y aunque Juana de Arco en la hoguera haya pensado “Mal de muchos, consuelo de tontos”, nosotros nos resignamos bastante cuando leímos lo que le pasó a él. En nuestro caso, primero pensamos que habría sido el Club de Admiradores de los Tiradores, después el Club de fans de Juan Franco, pero ahora pensamos que deben haber sido el grupo de rock "Hijas y viudas de Pablo Miquet" que se junta para hacer estas travesuras. Ya lo dijo el Dr. Tejerina:Reunión de pastores, oveja muerta”.
Cuándo llegará el momento en que pase lo que tiene que pasar, queremos decir: que el lector empedernido tenga que ir y hacer lo que le apuntó Rajoy a Zapatero, "¡a tus zapatos y déjate de otros tratos!", lo que significaría que siga presentando en el Espacio de Arte de Angélica Rochón, esos aterradores monstruitos que fabrica con las manos, en vez de ponerlos en palabras en sus monotemáticas cartas de lectores. Porque para que a alguien le salgan esos monstruitos, o tiene que haberse fumado unas cuantas plantitas de soja pensamos nosotros, o por lo menos, haber aspirado glifosato. Qué lo tiró Mendieta.

Hoy nos tomamos el día con humor !

Colaboración de emisoresvt !


Foto choreada del muro de "El Noticialista" en FacebooK


martes, 5 de enero de 2010

¿Tú también, Bruto?





Por las notas y por los comentarios -tanto de este blog como de la calle- presumo que se está padeciendo en nuestra región lo mismo que se padece en la zona de Cuyo y en el Litoral con el grupo Vila Manzano, y en el país en general, con los medios dóciles al poder económico. Una verdadera pena. Muchos años estuve en ese diario al que hacen referencia. Participé desde la levadura, desde la sugerencia del nombre que le pondrían al periódico. Viví la felicidad de ver trabajar a las inmensas rotativas. Me sumé al sueño de su fundador y director. Hice la editorial del Número 0. Hablaba de alas, no de hojas de diario, ¡es que eran dos alas! Y desde ese momento, año tras año, 15 en total, fui dejando mis huellas en sus páginas.

Ahora cuando leo esto que ustedes postean, ni lo puedo creer. ¿Entonces nada quedó de todo aquello? En aquel tiempo, todos los que estábamos ahí exponiéndonos con nuestras firmas, escribíamos hasta desangrarnos para desnudar nuestros talentos. Talentos que por supuesto teníamos, y esto dicho sin la menor humildad. Dios era el responsable, no nosotros. Recuerdo que cada salida era como un parto: una pequeña obra de arte que donábamos a nuestros lectores, según nuestro leal saber y entender. Eso sí, en ese tiempo todavía usábamos la Remington. La PC fue todo un caos. La jornada previa al cierre, volvía a mi casa a la medianoche, oliendo a tinta en el aliento y hasta por los poros, sabe Dios por qué. Cansada pero feliz.
Fueron años ricos de decires, aquellos. Amigos que no se fueron del todo. Que quedaron en el alma después de tantas horas compartidas. En lo particular, polemizaba hasta quedar disfónica con el director. Es que la rotativa metía un bochinche tremendo. Y nuestra visión, también.

Polemizábamos porque cada uno tenía su idea, y yo era joven y rebelde y me gustaba más mi idea. Jamás escribí otra cosa que lo que sentía. Nunca hubiera aceptado escribir por mandato. Cuando llegó la crisis del 2001 comprendí que ya no tenía más nada que hacer allí. Que no había más lugar para mí. Que el objetivo editorial, al que su fundador llamaba “las banderas de la transparencia”, empezaba a desdibujarse delante de mis ojos. Que ya no cabía mi objetivo en el de la empresa. Y cuando entendí bien eso y que cada uno de nosotros sólo éramos una cifra que respondía a un insuficiente sueldo, sólo eso y nada más, ahí me di por despedida.

Me parece bueno que El Infame haya dejado abierta la posibilidad de que se nos traduzca lo que malamente se publica por ahí. En lo particular lo agradezco, porque desde que no leo los más diarios de papel -es tan ágil la versión online- ignoro estos avatares. Por eso, para no errarle, me hice fan de la revista Ojito.

Confieso que leer que pasa esto en aquel que fue "mi diario" por adopción, me llena de tristeza. Hasta polemicé con Miquet en un tiempo pero me harté. Hay un objetivo allí que no es el de informar, mejor dejarlo ahí. No tiene remedio, una pena. ¿Pero no tienen ni un solo redactor que se haya atrevido a polemizar para escribir la verdad? ¿Nadie que quiera escapar del corral? ¿Sólo escriben los portavoces de un mandato que se somete a nebulosos fines? ¿Será que las banderas de la transparencia se pudrieron?, y sí, puede ser, con tanta humedad y tanta tierra, no es para menos.

Cristina Rosolio

(Nota del blog: esta es nuestra segunda colaboración de lectores desde que abrimos la casilla de correo para tal fin, agradecemos mucho a la Señora Cristina Rosolio que nos hizo llegar su opinión; con la que coincidimos por supuesto. Ahora a ver, ¿quién sigue?
Recordamos: enviar sus opiniones, escritos, colaboraciones, chimentos y puteríos varios a elinfamevt@hotmail.com.
¡Gracias!)

Oye, ¿qué dices Willie?



Hoy martes 5 de enero, los infames cerebros de El Infame intentábamos leer en El Informe la centésimo cuarta “Carta de lectores” (Ha, Ha, Ha, diría Alf) del lector más obstinado de la historia de la prensa argentina, a punto de batir su propia marca en el libro Guinness World Record 2009: don Pablo Miquet.

¿Le decimos la verdad?, no manggiamo ni medio. Chino básico. Si como dice Alf, “las tradiciones son como los platos y están hechas para romperse”, ¿cómo puede ser que este lector no las rompa? A las tradiciones, claro.

¿A quién le escribe el lector obstinado? ¿A quién le habla? ¿Qué cosa dice ese hombre?

Parafraseando a Alf nuevamente, aseguramos que: "De donde yo vengo esto es ridículo, es como hacerle un funeral a una hamburguesa". Suponemos que el lector se fumó una plantita de soja mientras escribía, motivo por el cual no habrá Piedra de Rosetta que alcance como para descifrar la bolsa de gatos que son sus pensamientos.

Capaz que El Infame, glosando a Alf por penúltima vez, le pediría a Miquet “que no rompa el control remoto de la comunicación”, pero con seguridad él, porfiado, le respondería, “¿Alguna vez he roto algo?” El Infame tal vez lo miraría con pena, como dándole a entender que sí, pero él quizás se apuraría a responder: "Bueno, ¿últimamente?". "¿Esta semana?". "¿Hoy?" "¿Desde el desayuno?".

Ay, "¿¡¡Por qué la gente puede pensar que oculto algo!!?", clamaría Miquet plagiando a Alf, mientras se alejaría con la frente alzada hacia su próxima Carta de Lectores. "Sólo tengo diez órganos importantes, ocho de ellos son estómagos”, pensaría el hombre, y vienen estos de El Infame y me pegan ¡¡¡por uno de esos dos que no son mis ocho estómagos!!!".

Entonces El Infame, inflexible, ahí nomás le chantaría un: ¡No crea que por no escribir con claridad usted escribe mejor, don Pablo! A lo que probablemente el lector le respondería "No diré nada hasta que no hable con mi abogado". Todo, tal cual Alf, por supuesto.

“¿Puedo comerme a un gato?”, nos preguntará el lector.
“¡No hay problema!”, responderá El Infame, seguramente.

Es que llegará el día en que esos gatos se tomen la revancha y se lo coman a él.

O los domina o se lo comen.