
Supuse que los rigores del estío, como diría Ptolomeo (quiero escribir en fino para parecerme a Pablito el objetivo), eran los responsables de mi falta de aire.
Creí podía ser el oxígeno. Pero hoy supe que no: al abrir las páginas del pasquinete de Irigoyen supe que mi angustia existencial tenía nombre y apellido: Eduardo Salleras.
Reencontrarme con las palabras esclarecedoras y profundas de este analista y filósofo contemporáneo fue como recibir esas lluvias que llegan para poner fin a una jornada agobiante.
¡Qué claridad de pensamiento! ¡Qué esclarecedor análisis de la realidad!
Ya desde el título de su casi poema, Volviendo 200 años para atrás (el próximo seguramente hablará de volver 200 años para adelante), nos impacta como un puñetazo.
¡Qué sintaxis!
¡Qué fundamentación argumental!
¡Quééé gorilaaaaa!
Es inútil con estos tipos. Les podés explicar 700 veces, por ejemplo, la necesidad del Fondo del Bicentenario en contraposición con los mecanismos habituales de financiación internacional, pero no, son simios viscerales alimentados a pura Nación y Clarín, y se las dan de intelectuales e historiadores como en este caso, Volviendo 200 años para atrás (¿Minguito es el corrector del pasquinete de Irigoyen?).
Lo insólito del caso es que este comando civil de nuestros días se autocita ("escribí un artículo hace dos meses"), como si fuera un periodista o un escritor de verdad.
Por supuesto que la culpa no la tiene el chancho sino quien lo deja publicar, como con el inefable Pablito el objetivo (que por razones de edad y pensamiento debe haber sido un comando civil en serio, sin joda) quien también con inaudita soberbia para un mero lector, habla de “creo yo y creo que también el Ejecutivo lo cree” y “Cobos, con quien es sabido (¿por quien?) no coincido personalmente”. Increíble.
A propósito, Pablito el objetivo ahora se hace como que es opositor de la delirante chaqueña, pero hasta hace cinco minutos, era presentado por militantes de
Como la obesa es insostenible (literal y políticamente), ahora apuestan por la gran esperanza de los eternos factores de poder en nuestro país. La de siempre.
En cuanto a Salleras, él preferiría a alguien con uniforme pero bué, con el doble traidor por ahora le alcanzaría.
Nótese como a estos dos personajes, el pasquinete suma a seleccionados articulistas afanados de los medios reaccionarios de siempre, para alentar a la figura del “Quico” mendocino (es físicamente e intelectualmente parecido al vecino del Chavo, aunque el mexicano es adorable y este es un patético y peligroso traidor).
Sumen a la base política del Cleto Quico Bobos,
La hipocresía y falsedad de estos especímenes es proporcional a su ambición. Porque salvo honrosas excepciones, los más ruidosos de este tren fantasma patrocinado por el Clarinete mentiroso y sus satélites, son los mismos a quienes no les tembló el pulso a la hora de entregar el país durante los gobiernos de De
Además, juguemos con la imaginación y pensemos en nuestro país, gobernado por:
1) Mauricio Macri: cuyo desastroso gobierno de la ciudad de Bs. As. es un excelente anticipo de su eventual “gestión”.
2) De Narváez: haragán absoluto, récord en ausencias en su gestión anterior como diputado. Tuvo suerte: los medios lograron instalar que este colombiano debutaba en la política, cuando en verdad venía de hacer la plancha durante un período de opacidad total.
3) Gerardo Morales: ex secretario de Desarrollo Social durante el desgobierno de De
4) Elisa Carrió: ¿puede uno siquiera imaginar a lo que llegaría esta desequilibrada mujer si contara con poder?
¿Está claro o no, de qué y de quiénes estamos hablando?
De todos modos hay algo positivo en que estos tipos (los Miquet, los Salleras y los agrogarcas) se junten detrás de un nefasto como Cleto Quico Bobos: despejan las dudas acerca de en qué vereda debemos estar quienes apostamos a un proyecto distinto y diferenciador.
Un proyecto con defectos, claro, y con aspectos para perfeccionar, claro, pero también con aciertos fundamentales que deben recordarse a la hora de votar.
Los aciertos que son, a no confundirse, los elementos a los que VERDADERAMENTE se oponen estos viejos malos conocidos que vienen jodiendo a los sectores populares desde hace 200 años atrás.
Pupi
N. de la R:
Muchas gracias a nuestros colaboradores por aportarnos sus reflexiones. Esta mañana de lunes también a nosotros nos sorprendió la cargada batería antigubernamental que mandó el diario de Irigoyen a sus víctimas. Perdón: a sus lectores.
¿Por qué nos sorprendió?, se preguntará usted. Porque después de escuchar durante la noche de ayer al Diputado Kirchner en el programa 6 7 8 que se trasmitió por Canal 7, cuando él contó cómo los principales accionistas de los más famosos diarios de la oposición habían querido presionarlo para que haga lobby por ellos, caso contrario harían lo que ahora estamos viendo que hacen, esperábamos que a partir de ese momento cultivarían la prudencia. Pero no. La gente del diario de Irigoyen es incorregible. Ya no le ha quedado virtud, ni dignidad ni honradez. Hace rato que ha entregado esa parte en donde la espalda pierde su buen nombre, sometido de rodillas al plan de Clarín y de La Nación.
Si hay algo que nos causa verdadera náusea es eso. Da asco tener que ser testigos de estas relaciones carnales que mantienen al aire libre. Y encima, la obsecuencia. Se puede ser mendaz, se puede ser opositor, se puede ser pendenciero, pero obsecuente, rendido, condescendiente, servil, entregado a un poder inescrupuloso como el que ejercen Clarín y La Nación, eso, nos resulta particularmente asqueroso.